Retratos de la Realidad Cubana
Cubana en su cocina a la hora del invento |
Ayer logré vender tres libras de chícharo y hoy tengo
dinero para comprar el arroz del día y un par de onzas de aceite para freír el
huevo que vengo guardando desde hace unos días; sin embargo he caminado bajo el
sol ardiente desde esta mañana y aún no encuentro nadie que me venda la “grasa”;
no es fácil!...
Así
transcurre el día de Marta, una de las tantas cubanas encargadas de preparar su
comida y por supuesto la de su familia.
El pan de a medio
guardado con trabajo del día anterior y una coladita de café, es una realidad
aún en los desayunos de muchas casas. La preocupación de qué echar en el
caldero al medio día y que alcance para por la noche, sigue siendo una
constante en la mente de esas mujeres.
Un salario básico
de 225 pesos cubanos equivalentes a 8 euros mensuales no le es suficiente a
Marta para pagar el agua, la electricidad, el gas, calzar, vestir y alimentar a
su hijo de 10 años; y es que aunque cuente con el pago de Pedro, su esposo,
profesor de física de una escuela secundaria básica, el dinero seguirá siendo
poco.
Y es que de los
355 pesos 40 centavos que recibió Pedro este mes, él y su esposa solo verán a
penas la mitad pues cada mes y durante cinco años el banco de la República de
Cuba le descontará el televisor PANDA y el refrigerador HAIER que el sistema de
Castro le cambió por sus equipos rusos, no por viejos, sino por ser considerados
altos consumidores de energía eléctrica y como parte de un programa de ahorro
de electricidad en el país, del cual el mayor beneficio no creo haya sido para
los particulares.
Hoy Marta y Pedro
tendrán que hacer esfuerzos dobles, triples y hasta más, pues ellos no tienen a
nadie que les envíe dinero del extranjero y son víctimas de un sistema social
que divulga equidad e igualdad plena pero eso sólo será a la imagen mundial,
pues el gobierno de Castro esconde a Cuba detrás del embargo estadounidense
para que el pueblo no avance verdaderamente… (Continuará)
Libellés : cubana, Marta, mujer cubana, Pedro, realidad cubana, régimen